CAPITULO X:
Todas las luces se apagan y
aparece un murmullo general. Agarro fuerte el micrófono y la música empieza. Cierro
los ojos. Oigo las notas. Siento las vibraciones recorrer mi cuerpo como
serpientes dentro de mi piel. Cosquillean. Abro los ojos y solo veo oscuridad.
No tengo miedo de equivocarme con la letra, me la sé de sobras y además, las
estrofas són fáciles. Aún así se necesita una voz poderosa para poder llevarla.
Abro la boca y empiezo a cantar
la primera estrofa. El murmullo se disipa como arena llevada por el viento.
Pronuncio las primeras frases al
ritmo de la canción y accelero. Levanto la voz en el final y el principio de
cada línea, así en la mitad descanso la voz y le doy un efecto diferente. A la
hora de llegar al estribillo, donde debería haber dicho dos veces las frases de
“I am falling to pieces. Falling to pieces.” Solamente la digo una vez y alargo
las palabras elevando mucho la voz. Empieza la parte del break y puedo
descansar mi voz.
Sigo el resto de la canción como
antes y me esfuerzo en no perder la voz. La ultima línea la alargo tanto que
David le añade varias notas más.
Acabo. Bajo del escenario. Recibo
aplausos y ovaciones, serán que por cortesía. Aunque nadie sabe quien ha
cantado, todo ha sido a oscuras. Todos menos Harry y el DJ.
Se enciende la luz.
No sé si lo he hecho bien. El señor
Guetta viene directamente hacía mi a felicitarme. Me sonríe y me pregunta mi
nombre y número de contacto.
Voy a buscar a Harry. Le
encuentro en el mismo sitio. Está solo y sonriendo. Voy hacía él. Me da un
abrazo.
Abro la boca para hablar pero I
know you where in trouble se oye en los altavoces. Veo la cara de Harry
endurecerse. Intento cambiar de tema.
Nada surge efecto. Cuando ella
aparece en el escenario él empalidece, sus cejas bajan, y su cabeza también.
Me siento incómoda.
Decido que nos vallamos, no
pienso quedarme. Miro su cara, la está miranod con cara melancólica. No se
porqué, pero el alma se me cae a los pies.
–Harry vámonos, te estás haciendo
daño a ti mismo – digo
tirándole de la manga.
Ninguna respuesta.
–Harry – sigo insistiendo. El la
está mirando como si el mundo se acabase – Harry, te hieres a ti mismo,
deberías dejarlo.
Nada.
–Harry, me voy a ir sola – estoy
desesperada por llamar su atención – Harry, por Dios, quédate aquí con el amor
de tu vida y pasa de mi.
No hay reacción.
–Harry ¿me estás escuchando? –
pregunto alzando la voz – Harry, me voy.
Sus ojos solo se mueven al compás
del cuerpo de Taylor. Está hipnotizado.
Sigo rogandole la atención.
Elevando la voz, estirándole de la mano. Nada.
–Harry... – intento atraer su
atención otra vez. Intento penetrar el muro que ha formado mientras la escucha.
Está elecrificado y no lo puedo
traspasar porque me abrasaré.
Decido dejarle en su mundo en
trance y irme.
Camino decidida entre la gente y
consigo encontrar la puerta. Hablo con el guardia y me abre. Salgo fuera y me
encuentro en el oscuro callejón. Voy hacía adelante y salgo a la calle
principal. Llamo un taxi y le digo la dirección de la Universidad.
Miro la hora. Son las once. Aún
nos queda una hora para el toque.
Dentro de unos cinco minutos
llegamos delante de allí, supongo que podría haber ido caminando y le pago, con
el último dinero que me queda. Genial. Tanto por un vestido, que tampoco es el
más bonito del mundo.
En el patio está bastante vacío,
solo hay tres grupitos de gente. En las viviendas solo hay dos con las luces
encendidas, el resto estarán por Londres.
Voy al apartamento. Todo está
apagado, Lea y Lou aún no han llegado. Siento mi móvil vibrar. Lo saco y en la
pantalla veo la foto de Harry y su nombre debajo. Rechazar.
Sé que no debería hacer esto,
pero después de como se ha comportado se lo merece. Voy dentro y apago todas
las luces menos la del baño. Como no tiene ventana no se verá des de fuera.
Me quito toda la ropa y la tiro
al suelo. Entro en la ducha y me quedo varios minutos bajo el agua templada.
Poco a poco la pongo algo más caliente hasta que quema. Mi piel se enrojece y
se irrita.
El móvil no para de sonar. No me
molesta. Me encanta escuchar esa cacnión. Escucho muchas veces seguidas Lego
House de Ed Sheeran.
Es imposible saber cuanto me
quedo allí, pero ya no veo nada con tanto vapor. Me empiezo a marear. No cumplo
con mi costumbre de poner el agua fría al final para despertarme. Salgo del plato
de ducha. Parezco una mancha roja. Me visto.
Una vez vestida me deshago la
coleta y me empiezo a lavar el pelo. Tengo mucha calor. El móvil está sonando
fuertemente. Me estoy aclarando el pelo cuando al vapor aumenta tanto que ya no
veo nada. Cierro el flujo de agua. Y me levanto. No tengo tiempo de ponerme la
toalla en la cabeza porque una ola de calor me atraviesa y me tengo que apoyar
en una pared. Me encuentro mal. El dolor de mi cabeza es insoportable. Mi
visión se va ennegreciendo. No recuerdo nada.
Su corazón se crispa al ver que
no hay luz en el partamento. Tampoco la encuentra en los grupitos que hay en el
patio. La rabia hacía si mismo le llega y tiene ganas de gritar. Finalmente
decide, entrar, por si acaso.
La puerta se abre y Harry entra
agobiado. Las luces están apagadas. Aún tiene los ojos cristalizando. Escucha
el móvil sonar suavemente por la casa. Su corazón se accelera. Ella está bien. Sigue llamando a Kat por
su móvil.
Camina rápidamen hacía el sonido.
La habitación de las chicas. Entra y ve las luces apagadas. Las enciende y no
observa nada, todo igual. En cambio si que se ve luz por debajo de la puerta
del baño. El sonido de la canción también ha aumentado y se escucha claramente.
El baño. Ella está allí.
Grita varias veces su nombre pero
no contesta, no se escucha nada. Sigue gritando varios segundos, hasta que
prueba entrar y nota que el pestillo no está puesto.
Abre la puerta con cuidado y una
enorme nube de vapor le ataca. No le deja respirar y tose sonoramente.
Sigue gritando su nombre varias
veces hasta que el vapor sale por la puerta y se pueden distinguir las formas.
La ve allí caída en el suelo y el alma se le cae a los pies.
Se acerca y le empieza a dar
suaves palmadas en la cara mientras repite su nombre varias veces.
Que le he hecho. No para de culparse a si mismo. Entonces la coge
en brazos y empieza a correr, dejándolo todo abierto detrás suyo.
Corre a la enfermera y empieza a
hablar desenfrenadamente y sin coherencia. La mujer le para y le sonríe.
Siento un peso encima mío. Abro
los ojos lentamente y la bruma desaparece. Veo que es por la mañana.
Estoy en una habitacíon extraña,
blanca. Hay varios botiquines y un montón de armarios con medicamentos. Mi cama
es grande, y la sábana es de un blanco impecable. Tengo algo pinchado en mi muñeca derecha, que conecta con una
bolsa suspendida en un palo. La hacerco hacía mi y huelo. Gucosa.
No recuerdo mucho. Intento
ponerme sentada pero algo encima mío me lo impide.
Subo un poco la cabeza y llego a
observalre. Está dormido.
Al sentir movimiento se despierta
poco a poco, hasta que realiza donde está y se mueve agitadamente. En un minuto
le tengo encima abrazándome como si hace años que no me ha visto.
–Lo siento, de verdad, lo siento mucho – dice
agarrándome fuertemente.
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Muchisimas gracias a las nuevas y antiguas lectoras por comentar. Os amo y por favor seguid haciéndolo. Os pido porfavor que traigáis a más gente si podéis. Muchisimas gracias! Os amo <3